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¿La presoterapia alivia la fibromialgia… o solo nos hace ilusiones?

persona con fibromialgia

Presoterapia para la fibromialgia

Vivir con fibromialgia es como cargar con una mochila llena de piedras que  nadie ve. Cada mañana te despiertas y ya sabes: hoy el cuerpo va a protestar. No es un dolor localizado, no es algo que pase con un analgésico. Es un malestar que se extiende por todas partes, acompañado de una fatiga tan profunda que ni diez horas de sueño logran borrarla… y si la presoterapia para la fibromialgia es posible  y de esa niebla mental —la famosa “fibroniebla”— que te hace olvidar lo que ibas a decir en mitad de una frase. Si estás leyendo esto,  probablemente ya conoces esa mezcla de esperanza y desconfianza que te invade cada vez que oyes hablar de una terapia nueva. Quieres creer… pero también sabes lo que es caer en falsas promesas.

Últimamente, la presoterapia suena mucho como remedio. Esas botas o mangas neumáticas que se inflan y desinflan en secuencia, como si te dieran un masaje rítmico desde los pies hacia el corazón. Suena relajante, ¿verdad? Pero la pregunta real es: ¿puedes ayudar con algo tan complejo como la fibromialgia?

Y sí, cada vez más gente se pregunta si vale la pena comprar presoterapia profesional para usar en casa. Pero antes de lanzarte a adquirir una máquina de presoterapia , conviene entender bien qué ofrece… y qué no.

Presoterapia y fibromialgia

Entender la fibromialgia: No es “solo dolor”

Antes de hablar de tratamientos y de la presoterapia para la fibromialgia,  hablemos de qué es esto, en serio. La fibromialgia no es una contractura persistente ni una inflamación. Es una alteración del sistema nervioso central. Imagina que tu cerebro tiene el volumen del dolor puesto al máximo, todo el tiempo. Un roce suave, un cambio de temperatura, incluso la presión de la ropa… y ya está: el sistema de alarma salta como si hubiera un incendio. Pero no hay fuego. Solo un cerebro hiperreactivo.

Por eso, los síntomas van más allá del dolor:

  • Dolor generalizado : no en un punto, sino por todo el cuerpo, casi como si los huesos estuvieran cansados.

  • Fatiga que no descansa : duermes, pero te levantas como si no lo hubieras hecho.
  • Sueño fragmentado : pasas la noche dando vueltas, sin entrar en fases profundas.
  • Dificultad para pensar con claridad : te cuesta concentrarte, recordar nombres, tomar decisiones simples.

Con un cuadro así, lo único que funciona de verdad es un enfoque multidisciplinar. Medicación, psicología, ejercicio suave (sí, aunque duela), y, a veces, terapias complementarias que ayudan a manejar los síntomas del día a día.

persona con fibromialgia

¿Qué es la presoterapia… y qué puede hacer por ti?

La presoterapia consiste en colocar fundas neumáticas en piernas, brazos o abdomen que se inflan por zonas, de abajo hacia arriba, imitando el drenaje linfático natural. No es invasiva, no duele (si se hace bien), y muchas personas la describen como una especie de “masaje mecánico muy suave”.

Ahora bien: no cura la fibromialgia . Eso hay que dejarlo claro desde el principio. Pero sí podría aliviar algunos de sus efectos secundarios.

Por ejemplo:

  1. Mejora la circulación. El dolor crónico tensa los músculos, y eso ralentiza la circulación sanguínea y linfática. La presoterapia ayuda a mover esos fluidos, lo que puede reducir esa sensación de pesadez en las piernas o brazos.
  2. Relaja el sistema nervioso. Ese ritmo suave y repetitivo tiene un efecto casi hipnótico. Muchos pacientes dicen que, durante la sesión, por primera vez en los días, sienten que el cuerpo “se apaga” un poco.
  3. Podría elevar el umbral del dolor —aunque esto es más especulativo. Algunos fisios creen que, al reducir la tensión muscular y el estrés, el sistema nervioso se calma ligeramente, haciendo que el dolor se sienta menos intenso… aunque siga estando ahí.

¿Y qué dice la ciencia?

Aquí viene la parte que duele un poco: no hay estudios grandes, recientes y específicos que demuestren que la presoterapia alivia la fibromialgia de forma aislada . La investigación seria se ha centrado en lo que sí funciona: ejercicio adaptado, terapia cognitivo-conductual, ciertos antidepresivos…

Pero eso no significa que no sirva para nada. Lo que sí sabemos es que:

  • En el ámbito deportivo, se utiliza con éxito para acelerar la recuperación muscular.
  • En casos de linfoedema, mejora el drenaje y reduce la insuficiencia.
  • En personas con dolor crónico no fibromiálgico, se ha visto que reduce la sensación de rigidez.

Así que lo que muchos profesionales hacen es extrapolar con cuidado : si mejora la circulación y relaja los músculos en otros contextos, ¿por qué no podría ayudar como apoyo en fibromialgia? Sobre todo si se integra en un plan más amplio.

Y aquí entra un matiz importante: si decides probarla, la calidad del equipo y la formación de quien lo aplica marcan la diferencia . 

Consejos sobre comprar una presoterapia 

No te lanzas a la primera oferta que

  1. Habla con tu reumatólogo o médico de cabecera antes . Hay contraindicaciones (como problemas circulatorios graves) que solo ellas pueden descartar.
  2. Busca un esperto en fibromialgia, no un esteticista . Necesitas a alguien que entienda el dolor crónico, que sepa que en fibromialgia la presión debe ser mínima.
  3. Diles que tienes alodinia —esa hipersensibilidad en la que hasta una caricia duele. Si la máquina aprieta demasiado, en vez de aliviar, va a empeorar las cosas.
  4. No la uses como sustituto . Si ya haces yoga suave, tomas tu medicación o vas a terapia, no lo dejes. 

Y si, tras varias sesiones profesionales, decide comprar presoterapia para casa, asegúrese de elegir una  que se asemeje a una máquina de presoterapia profesional

En definitiva: no es magia, pero tampoco tontería

La presoterapia no va a hacer desaparecer tu fibromialgia. Quien diga lo contrario no entiende lo que es vivir con esta condición. Pero si, en un mal día, te da un rato de calma… si te permite dormir. Porque en esto del dolor crónico, no se trata de encontrar la cura milagrosa. Se trata de ir sumando pequeños alivios, de construir una vida habitable dentro de las limitaciones. Y a veces, un masaje con una presoterapia profesional o en casa con una máquina de presoterapia adecuada— puede ser uno de esos ladrillos.

Escucha a tu cuerpo. Confía en tu intuición. Y recuerda: la fibromialgia es parte de tu vida, sí… pero no es todo lo que eres.

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